Es cierto que hoy en día vivimos en un mundo inundado por la luz artificial. A menudo pasamos por alto la belleza y la importancia de la oscuridad y el descanso de la luz artificial. Sin embargo, recientes imágenes de monumentos icónicos sumergidos en la penumbra durante la Hora del Planeta nos invitan a reflexionar sobre la contaminación lumínica y su impacto en nuestra huella de carbono.
La Hora del Planeta, una iniciativa global liderada por WWF, nos motiva a apagar las luces durante sesenta minutos para generar conciencia sobre la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Más allá de un gesto simbólico, esta acción nos brinda la oportunidad de considerar nuestras prácticas energéticas y sus consecuencias en el medio ambiente.
Monumentos como la Catedral de Murcia en España, las Torres Petronas en Kuala Lumpur, y el Cristo Redentor en Río de Janeiro estuvieron apagados durante 1 hora el pasado sábado 23 de Marzo.
Esta iniciativa defiende que aunque 60 minutos parecen insignificantes, si millones de personas en todo el mundo se unen, esa hora se convierte en miles de horas de acción por el planeta. Una hora que inspira a millones de personas a actuar por nuestro planeta, haciendo que todas las demás horas cuenten.
Además se describe como un movimiento global por la lucha del medioambiente y de las personas. Esta iniciativa lleva más de 15 años practicandose, ya que empezó como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Es una propuesta tan simple como apagar las luces de los edifcios y monumentos durante 1 hora. Esta misma, actualmente moviliza a millones de personas en casi 200 países un día al año durante el mes de marzo.
Gracias a ella se puede concienciar un poco más a la pobación sobre la contaminación lumínica. Esta es producto del exceso de iluminación artificial, que tiene repercusiones significativas tanto en la naturaleza como en nuestra calidad de vida. Distorsiona los ritmos naturales de luz y oscuridad, afecta a la fauna nocturna, dificulta la observación astronómica y contribuye al derroche de recursos energéticos.
Es fundamental reconocer el papel que desempeña la reducción de la contaminación lumínica en la disminución de nuestra huella de carbono. El uso excesivo de luz artificial conlleva un incremento en la demanda energética. Esta a menudo deriva en la quema de combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero. Al reducir nuestra dependencia de la iluminación artificial y optar por fuentes de energía más limpias y eficientes, contribuimos a mitigar el cambio climático y preservar nuestro entorno.
Los monumentos sumándose a la oscuridad durante la Hora del Planeta nos recuerdan que la reducción de la contaminación lumínica es alcanzable y necesaria. Cada luz apagada representa un pequeño avance hacia la conservación de nuestro planeta y el uso responsable de nuestros recursos.
Asimismo, la importancia de ahorrar energía va más allá de un evento anual. Adoptar prácticas sostenibles en nuestro día a día, como utilizar iluminación eficiente, apagar dispositivos electrónicos cuando no se usan y aprovechar la luz natural, puede marcar la diferencia a largo plazo.
Desde Huella de Carbono Online pensamos que las empresas pueden aportar mucho en la promoción de prácticas sostenibles y la reducción de la contaminación lumínica. Una acción fundamental que pueden emprender es la implementación de tecnologías de iluminación más eficientes. Como por ejemplo las luces LED, que no solo consumen menos energía, sino que también tienen una vida útil más prolongada. Pueden así reducir la necesidad de reemplazos frecuentes y generando menos residuos. Además, establecer políticas internas que fomenten el apagado de luces y dispositivos electrónicos cuando no estén en uso contribuye significativamente a la reducción del consumo energético. Esto puede incluir apagar las luces en áreas comunes durante períodos de inactividad y configurar dispositivos para que entren en modo de suspensión cuando no se utilicen.
Asimismo, las empresas pueden desempeñar un papel crucial en la educación y concienciación sobre la importancia de la reducción de la contaminación lumínica. Además pueden contribuir a través de acciones simples en el lugar de trabajo y en sus hogares. Organizar programas de sensibilización y ofrecer información sobre prácticas sostenibles puede motivar a los empleados a adoptar comportamientos más responsables en su vida cotidiana.
Buscar certificaciones de sostenibilidad y participar en programas de reconocimiento ambiental también puede ser beneficioso para las empresas. Estas demuestran su compromiso con la reducción de su huella de carbono y la promoción de prácticas sostenibles. Estas acciones no solo mejoran su reputación, sino que también pueden atraer a clientes y empleados conscientes del medio ambiente.
Desde Huella de Carbono Online podemos ofrecer un servicio integral que abarque desde el cálculo de la huella de carbono hasta el análisis de todas las actividades relevantes que impactan más en el número de emisiones de carbono. Para así diseñar conjuntamente un plan de actuación y su seguimiento para reducir su huella y contribuir de forma activa para evitar el cambio climático. Para más información puede contactar con nosotros a través del teléfono 660 14 73 22 o bien por email hola@huelladecarbonoonline.com