El uso de la bicicleta como medio de transporte sigue ganando terreno en Europa y, en esta ocasión, Bélgica ha dado un paso más en la promoción de esta práctica sostenible.
El pasado día 3 de mayo, el diario 20 minutos publicó un artículo titulado “Bélgica impone una ‘paga extra’ para los trabajadores que vayan en bici al trabajo y que podría superar los 1.000 euros al año”.
Desde este mes de mayo, todas las empresas del país estarán obligadas a pagar a sus empleados una compensación económica por utilizar la bicicleta para ir al trabajo.
Esta medida, que ya se venía aplicando de forma voluntaria, se ha hecho oficial tras un acuerdo entre empresas y sindicatos. Según la normativa, los trabajadores que se trasladen en bicicleta a su centro de trabajo recibirán una compensación. La citada compensación será de 27 céntimos por kilómetro recorrido, con un límite diario máximo de 40 kilómetros.
Dicha cantidad variará según la región y en algunos lugares ofrecerán solo 15 céntimos. De esta forma, el incentivo puede llegar a superar los 1.000 euros al año.
Además, la nueva regulación también abarca las bicicletas motorizadas u otros vehículos similares siempre y cuando sean eléctricos.
Para cumplir con las regulaciones, los ciudadanos deben usar uno de estos vehículos para ir al trabajo habitualmente. Este uso debe de ser al menos una vez por semana, todos los días durante el verano, y utilizar el coche o el transporte público durante los meses restantes.
Desde Huella de Carbono Online – Huella de Carbono pensamos que estos medios de transporte son una alternativa de transporte sostenible. Se ha vuelto cada vez más popular en múltiples ciudades europeas, en detrimento del uso del coche.
Los beneficios del uso de la bicicleta son bastantes: es más saludable, fortalece los músculos y evita los atascos, lo que contribuye a generar estabilidad. Aun así, para disfrutar de una experiencia maravillosa y eficiente al ir a trabajar en bicicleta, es importante tener claro cómo se debe hacer.
Para ello, se debe tener claro el recorrido a realizar hasta llegar al trabajo. Es recomendable planificarlo de antemano para asegurarse de que sea lo más cómodo posible. Es importante evitar áreas con mucho tráfico y coches para hacer el camino más seguro y eficiente. También es importante seleccionar la bicicleta adecuada para el propósito que se le dará. Además, es importante considerar si se desea una bicicleta eléctrica o no.
Con todas y cada una de estas medidas no hay razón para no empezar a usar la bicicleta como medio de transporte. Ya sea para ir a trabajar, a estudiar o a dar un paseo. Hoy en día, con la contaminación del planeta a la orden del día se debe contribuir a minimizarla. Es por ello por lo que usar la bicicleta en vez del coche como método de transporte es un gran paso. Si cada vez más personas empiezan a utilizar este método, se estará dando un gran avance.
Desde www.huelladecarbonoonline.com nos parece importante destacar que esta medida no solo beneficia a los trabajadores, sino que también contribuye a la mejora del medio ambiente. A parte de todo ello descongestiona el tráfico y la reducción de la emisión de gases contaminantes. Además, no solo se incentiva el uso de bicicletas convencionales, sino que también se incluyen las bicicletas motorizadas o similares siempre y cuando sean eléctricas.
Con el uso de la bicicleta, se involucrará a los ciudadanos a tener un estilo de vida más saludable y sostenible. Implementando este método, se estará también educando a los ciudadanos sobre los beneficios de la movilidad sostenible y promoviendo el cambio de hábitos hacia opciones más beneficiosas y amigables con el medio ambiente.
Esta iniciativa se suma a otras similares que ya se están aplicando en países como Francia. En nuestro país vecino las empresas pueden acogerse voluntariamente al “forfait de movilidades duraderas”. De esta manera pueden llegar a pagar hasta 800 euros al año a cada persona que se desplace al trabajo en bicicleta u otros vehículos no contaminantes. Esta es una iniciativa que podría extenderse por todo el mundo y sería un cambio muy importante para la lucha contra la contaminación.
Es evidente que la promoción del uso de la bicicleta en las ciudades no solo implica una mejora en la salud y calidad de vida de los ciudadanos. También en la calidad del aire que respiramos y en la reducción de los niveles de ruido y estrés. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para fomentar una movilidad más sostenible y, en este sentido, iniciativas como la implantada en Bélgica son un paso importante en la dirección correcta.
En resumen, la iniciativa de Bélgica de obligar a las empresas a compensar a los trabajadores que usan la bicicleta para ir al trabajo es un paso muy importante. Esto puede fomentar el uso del transporte sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Aun así, se deben seguir implementando medidas adicionales, incluida la inversión en una infraestructura adecuada, para garantizar que el uso de bicicletas sea una opción segura y accesible para todos.