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Extraer CO2 del Océano

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El océano tiene el potencial de ayudarnos a combatir el cambio climático de una manera novedosa. Un equipo de científicos, trabajando en un antiguo buque de la Armada estadounidense en el puerto de Los Ángeles, está explorando cómo extraer  CO2 del océano, es decir, inducir al océano a absorber aún más dióxido de carbono de la atmósfera.

El mar ya actúa como un sumidero crucial, capturando aproximadamente una cuarta parte del CO2 que emitimos anualmente. Sin embargo, debido a la acidificación y el aumento de las temperaturas, su capacidad de absorción está disminuyendo. Aquí es donde entra en juego Captura, una startup innovadora del Instituto de Tecnología de California.

Captura ha desarrollado un proceso que se asemeja a una planta desalinizadora. Esta tecnología coge agua del océano, la somete a una carga eléctrica, separando el agua en dos partes: una ácida y otra alcalina. La parte ácida se combina con el agua de mar para poder extraer CO2 en tanques de almacenamiento, mientras que la parte alcalina se devuelve al océano, ya lista para absorber más CO2.

Cuando tratamiento separa el agua en una fracción ácida y otra alcalina, la fracción ácida se mezcla con el agua de mar restante, lo que provoca la liberación de CO2. Este CO2 es capturado en tanques de almacenamiento. La fracción alcalina, por otro lado, se devuelve al océano, neutralizando la acidez creada y preparándolo para absorber más CO2 de la atmósfera.

“Es como escurrir una esponja para aumentar su capacidad de absorción”, dice Steve Oldham, director general de Captura. Esta analogía ilustra perfectamente cómo esta técnica podría amplificar la capacidad del océano para actuar como un sumidero de carbono aún más eficiente. La idea es revitalizar el océano para que pueda continuar desempeñando su papel crucial en la mitigación del cambio climático.

Captura no está sola en esta misión. Otras empresas emergentes como Equatic y Calcarea en California, y SeaO2 en los Países Bajos, también están trabajando para potenciar la capacidad del océano para absorber CO2. Estas empresas están recibiendo importantes inversiones de capital riesgo y están estableciendo acuerdos lucrativos para compensar las emisiones de grandes corporaciones.

Edward Sanders, Director de Operaciones de Equatic, sostiene que extraer CO2 del océano es mucho más eficiente que hacerlo del aire, debido a la mayor concentración de CO2 en el agua de mar. Además, señala que esta tecnología puede integrarse con infraestructuras existentes, como plantas desalinizadoras y plantas de tratamiento de aguas residuales, reduciendo así los costos y el uso de terrenos.

Estas innovaciones no solo son prometedoras desde un punto de vista técnico, sino también económico. La integración con instalaciones existentes significa que no es necesario construir nuevas infraestructuras desde cero, lo que reduce significativamente los costos. Además, estas tecnologías pueden acoplarse a fuentes de energía renovable, como la eólica marina, para facilitar el acceso a lugares de almacenamiento oceánicos.

Tanto Captura como Equatic están avanzando rápidamente. Captura está ampliando sus operaciones con una nueva instalación en Noruega, diseñada para capturar 1000 toneladas de CO2 al año. Por su parte, Equatic está construyendo una planta aún mayor en Singapur, con una capacidad de 3650 toneladas al año. Ambas instalaciones estarán operativas el próximo año y se espera que proporcionen datos valiosos para diseñar plantas comerciales a gran escala.

Sin embargo, el desafío es monumental. Según el IPCC, se necesitaría eliminar hasta 12 gigatoneladas de CO2 al año para hacer una diferencia significativa en la reducción del carbono atmosférico. Esto requeriría la construcción de miles de instalaciones de extracción de CO2 en todo el mundo y una inversión masiva de capital. La tarea es titánica, pero los avances tecnológicos y la voluntad política podrían convertir esta visión en realidad.

A pesar de las promesas, hay escepticismo y preocupaciones legítimas. Los críticos argumentan que los recursos podrían utilizarse mejor en la reducción de emisiones de combustibles fósiles y la electrificación de la economía. Además, existen inquietudes sobre el impacto ambiental de procesar grandes volúmenes de agua de mar.

Lisa Levin, ecóloga marina del Instituto Oceanográfico Scripps, advierte sobre posibles efectos adversos en los ecosistemas oceánicos. El proceso de extracción de CO2 podría afectar la vida marina, ya que siempre que se extraen grandes volúmenes de agua, se arrastran organismos pequeños como el plancton y las larvas de peces.

Sin embargo, tanto Captura como Equatic están comprometidos a minimizar cualquier impacto negativo. Ambas empresas están llevando a cabo evaluaciones ambientales rigurosas para conocer las posibles implicaciones de aplicar la tecnología a escala. “No queremos causar un daño mayor al planeta en el proceso”, afirma Sanders de Equatic.

Desde Huella de Carbono Online, ofrecemos a las empresas planes de estrategia personalizados y su seguimiento para reducir su huella de carbono y apoyar proyectos innovadores como estos. La combinación de avances tecnológicos, inversiones estratégicas y una planificación cuidadosa podría ayudar a mitigar los efectos del cambio climático de manera eficaz.

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