El reciclaje y la reutilización son prácticas fundamentales para abordar los desafíos ambientales y avanzar hacia una economía más sostenible. En la actualidad, existe una conciencia global cada vez más grande sobre la importancia de reducir los residuos y maximizar los recursos. Esto nos ha llevado a ver un notable aumento en la implementación de políticas y regulaciones relacionadas con la gestión de residuos y la economía circular.
Pero ¿cuál es realmente el problema? , desde Huella de Carbono Online, hemos tenido conocimiento de un informe publicado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas en España que nos advierte sobre la preocupante situación en cuanto a la generación de residuos.
Solo en la Unión Europea, se produjeron 225,7 millones de toneladas de residuos municipales en 2020. Esto representa un incremento del 14% en comparación con 1995. Estos números reflejan una utilización ineficiente de los recursos naturales en nuestras actividades humanas.
Es alarmante saber que, tan solo en los primeros siete meses del pasado año 2022, ya hubiéramos consumido todos los recursos que el planeta puede generar en un año. Este hecho nos lleva a reflexionar sobre la magnitud del problema.
Según los datos proporcionados por la Unión Europea, se espera que para el año 2025, el 55% de los residuos municipales deban ser tratados para su reutilización y reciclado. Nuestros recursos son limitados y una gestión deficiente de los residuos se convierte en una amenaza significativa para la salud humana y el medioambiente.
La creciente población y el aumento del consumo plantean desafíos significativos en el manejo de los desechos que hacen que el reciclaje y la reutilización sean un punto importante a tratar. A medida que la conciencia ciudadana sobre el problema crece, la falta de espacio para ubicar vertederos se convierte en una preocupación cada vez más grande. Ello comportas que los océanos y los entornos naturales se conviertan en receptores de estos desechos.
Debido al aumento de las temperaturas y la creciente evidencia de sus impactos, se deben de tomar medidas en todas las actividades tanto industriales como particulares para reducir el impacto medioambiental, las emisiones de gases de efecto invernadero y minimizar el consumo de recursos naturales.
Para determinar estos cambios y hacer que sean eficientes hay ciertas claves empresariales que se deberían de implementar. Una de ellas es digitalización y tecnología para la gestión de residuos. Este desarrollo de las nuevas tecnologías digitales puede ser un papel fundamental en la gestión eficiente de la recuperación de recursos. De esta manera se reducirá el impacto ambiental y se fomentará la economía circular. Esto nos ofrece numerosas ventajas, como una planificación más eficiente de las rutas de recogida, el aprovechamiento de recursos mediante el reciclado químico y la automatización de tareas a través de robots clasificadores. Estas innovaciones contribuyen a optimizar la gestión de residuos, reducir el impacto ambiental y promover la transición hacia un modelo más sostenible.
Otra de las claves es el diseño sostenible de los productos y materiales, también llamado ecodiseño. Esta es una estrategia clave para aumentar la eficiencia en la recuperación de productos y materiales.
Se deben de diseñar productos de una manera en la que sus materiales puedan ser reciclados y reintroducidos en el mercado para su reutilización. En la economía circular, cada uno de estos productos lleva a cabo un papel importante, y es fundamental establecer una jerarquía en la recuperación. El objetivo es recuperar el producto completo, luego sus piezas, materiales y, en última instancia, aprovechar la energía. En este contexto, los vertederos se convierten en la última opción, lo cual ayuda a reducir el impacto medioambiental de manera significativa.
Además de estas, la producción de compost y combustibles a partir de residuos orgánicos está emergiendo como una solución importante en la gestión de los desechos. Con la implementación de la Ley de residuos y suelos contaminados a partir de 2024, todas las localidades estarán obligadas a recolectar los restos orgánicos.
El objetivo principal de esta medida es transformar los residuos biodegradables en compost. Estos pueden utilizarse como biofertilizante para la agricultura o como combustible de origen natural, como el biogás. Esta medida puede ser de gran ayuda y reducir significativamente el impacto medioambiental que tienen estos productos.
Desde un punto de vista global, las empresas cuentan con diversas oportunidades para reducir su impacto ambiental. Pueden implementar certificaciones y etiquetas que demuestren su compromiso con el entorno, así como alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para establecer metas anuales que les permitan reducir su impacto ambiental.
Greenpeace también demanda mayor transparencia por parte de las empresas en cuanto a los residuos que generan anualmente. Hoy día, la información al respecto es escasa y dificulta la medición de los impactos de las acciones llevadas a cabo para combatir el problema.
Es importante que los directivos transmitan su convicción a los empleados, y las alternativas para reducir el impacto ambiental pueden variar según el producto
Se demanda mayor transparencia en cuanto a los residuos generados. Se espera que todas estas iniciativas se conviertan en parte de la cultura empresarial que fomente el reciclaje y la reutilización.
Desde huelladecarbonoonline.com pensamos que el reciclaje y la reutilización es vital para reducir las emisiones de Co2 y hacer un mundo más sostenible.